"En la Autónoma, matrículas las cobraron en efectivo y las guardaron en bolsas negras"
¿Qué se hizo ese dinero?, es la pregunta de docentes y estudiantes. La ministra de Educación conoció la denuncia.
José Granados Fernández
La de este jueves fue una rueda de prensa de muchas revelaciones en 37 minutos, en la que la ministra barranquillera Yaneth Giha Tovar confirmó lo que Emisora Atlántico y Zona Cero.com han revelado en los últimos días: en la Universidad Autónoma del Caribe, el Ministerio de Educación documentó “hallazgos preocupantes”, así los definió; encontró “situaciones graves”, así las calificó, y enfatizó la funcionaria que ese escenario: “(…) podrían poner en riesgo el servicio educativo” en esta alma mater.
También habló la ministra Giha Tovar de “deficiencias administrativas y financieras”, aunque no profundizó en ellas en respeto al debido proceso de las tres investigaciones en marcha; igualmente, mencionó que detectaron “presuntas irregularidades” relacionadas con contrataciones, pagos, gastos, manejos contables y giros millonarios, como los que dimos a conocer a comienzo de semana, de más de 6 millones de dólares a la sede de Miami, Estados Unidos, y de otros 5 mil millones de pesos a esa misma entidad en La Florida, hoy cerrada por el desalojo ordenado por un juez ante la falta de pago del arriendo.
Tampoco le fue nada bien a la administración del rector Ramsés Vargas Lamadrid cuando la ministra de Educación dijo que en la Autónoma hallaron “incumplimientos de normas estatutarias”, por hechos como el nombramiento de directivos “sin el cumplimiento” de requisitos legales o la aprobación de becas, descuentos y auxilios educativos.
Esperan soluciones
¿Qué va a pasar? era la pregunta que se hacían no solo los periodistas, que asistieron a la rueda de prensa en la Normal Superior Distrital, en la calle 47 con carrera 44, sino los profesores, estudiantes y directivos académicos que fueron a hablar con la ministra.
Fue contundente la señora Giha al presentar a la inspectora in situ nombrada para la Autónoma. Afirmó que Martha Lorena Sánchez tiene todo su respaldo, que confía en el trabajo que realizará y enfatizó que la funcionaria dará órdenes -nada de sugerencias ni recomendaciones ni propuestas- que deben ser cumplidas por Ramsés Vargas, el Consejo Directivo y la Sala General.
Explicó la ministra que esas órdenes de la inspectora in situ serán, por ejemplo, sobre lo que se puede o no se debe pagar. Además, en cuestión de días, la funcionaria enviada desde Bogotá, con un equipo de trabajo especial, dará unas recomendaciones al Ministerio sobre lo que hay que hacer para enderezar el rumbo de la Universidad Autónoma.
Es decir, la inspectora Martha Sánchez dirá si, en virtud de la Ley 1740 de 2014, hay que aplicar un plan de salvamento -que es evidente que se necesita ante la crisis, las irregularidades identificadas, el deterioro y la parálisis académica-; definirá si es necesario crear una fiducia para recuperar el flujo de caja y proteger el patrimonio de la universidad y señalará si hay que remover a los directivos de esta, que es una exigencia de los profesores y alumnos que han entrado en cese de actividades ante la falta de pago, las presiones, acosos y la pérdida de confianza, gobernabilidad y liderazgo del rector Ramsés Vargas.
“No soy amiga del rector”
Junto con estos anuncios, hubo otros dos hechos relevantes en la reunión de la ministra con los medios de comunicación: por un lado, la señora Giha Tovar trazó una línea bien clara, como para que no quede duda, de sus actuaciones como ministra:
“Dejo -afirmó- aquí una claridad porque no quiero que quede ningún manto de duda sobre este tema: en un medio de comunicación alguien mencionó que ‘no enviaban denuncias al Ministerio de Educación porque yo era amiga de Ramsés Vargas’. Yo no soy amiga de Ramsés Vargas, lo he visto 4 veces en mi vida; no tengo ninguna relación con él, más allá frente a que él es un rector y yo la ministra de Educación".
“No tengo -enfatizó Yaneth Giha- ninguna relación con Ramsés Vargas, además siempre actuaré como me toca actuar, sea o no amiga de la persona… en este caso ni siquiera soy amiga de la persona -es más, no sé si cuando soy amiga, soy más fuerte- y por lo tanto pueden tener la tranquilidad de que aquí tiene que primar siempre la objetividad en el actuar, frente a lo que nos corresponde en la ley, y que haremos todo lo que esté en nuestras manos para que esta universidad se regularice”.
Y soltó entonces una mención fugaz de actuaciones dudosas de los órganos de gobierno de la Universidad Autónoma, como la Sala General, que, entre otros, es integrada por el rector Ramsés Vargas y seis familiares suyos, así como del Consejo Directivo:
“En el caso particular de los órganos de gobierno hemos encontrado prácticas que no son las mejores prácticas y de ahí podemos revisar y tomar medidas en el caso de que se puedan tomar. Pero vuelvo y digo: dennos unos días, llevamos solo dos días en la universidad, no estoy pidiendo semanas, para poder entender qué más hay que hacer para actuar en consecuencia”.
Bolsas de plata
El otro hecho relevante surgió de respuestas a preguntas de Emisora Atlántico y Zona Cero.com. La ministra Yaneth Giha dijo que las medidas de salvamento -que aplicarían, aclaro, no porque las haya pedido el rector Vargas Lamadrid, sino porque así lo establece la Ley 1740- podrían incluir la suspensión de embargos y otros compromisos bancarios que la universidad ha asumido, como por ejemplo haber pignorado la plata de las matriculas que es su principal ingreso.
En ese momento la ministra se enteró de que, en el presente semestre, a cientos de alumnos les dieron la orden de pagar en efectivo directamente en la universidad, para lo cual les ofrecían un descuento. El pago en efectivo fue una estrategia de la Autónoma para que la plata no entrara a sus cuentas y evitar los compromisos con entidades bancarias o los embargos por deudas millonarias con contratistas y prestamistas particulares.
Giha Tovar recibió la denuncia, una especie de secreto a voces, entre otros del directivo docente y periodista Anuar Saad, así como de varios estudiantes y otros profesores: la plata de las matrículas la recogían en unas bolsas negras. Ese es el dinero por el que hoy, en sus protestas, preguntas los profesores y alumnos. ¿Qué se hicieron los cientos de millones y por qué no les han pagado sus sueldos, prestaciones y cesantías?
¿Van a averiguar lo que pasó con esa plata?, preguntamos a la ministra, a lo que respondió: “Todos esos son temas que hay que revisar. Por favor, les diría a los padres de familia: no paguen en efectivo, nunca; cuando va a entrar a la universidad…”, pero Giha fue interrumpida por directivos y estudiantes que avanzaron en sus denuncias.
Saad, con base a lo que se conoce al interior de la universidad, denunció que “los estudiantes llegaban aterrados porque no podían matricularse, porque no les aceptaban… les decían… si no pagas en efectivo no se pueden particular, y la plata iba a una bolsa negra, en que cobraba la plata la tiraba en una bolsa negra que tenía bajo escolta. De esa plata de las bolsas negras, nosotros (los profesores y trabajadores) no vimos un peso, ni para los regalos de los hijos en Navidad”. Sus afirmaciones fueron corroboradas y respaldadas por alumnos y otros profesores presentes.
Drama estudiantil
Terminada la rueda de prensa, la ministra delegó a la inspectora in situ Martha Sánchez y a su asesora Adriana Colmenares para que se reunieran con estudiantes y profesores. Entonces afloraron la frustración, la tristeza y la incertidumbre.
En la sesión de trabajo hubo denuncias graves sobre seguimientos a alumnos, quienes dijeron que son fotografiados por escoltas del rector y otros directivos; becados que entregaron pruebas sobre que les hacen firmar un documento en el que los obligan a no protestar ni a decir nada, so pena de perder la beca; de alumnos que dijeron que los ponen a trabajar en investigaciones con las promesas de auxilios y bonificaciones, pero después les incumplen.
Los estudiantes también contaron que en sus casas hay todo un drama familiar, que sus padres se ha llenado de angustia e incertidumbre por el futuro de ellos como profesionales, que ven con preocupación que se pierda la inversión que han hecho con tanto esfuerzo para pagarles la universidad.
Fue tan emotiva esta reunión que varios de los alumnos y profesores de la Universidad Autónoma no aguantaron y terminaron llorando, profundamente dolidos, ante las dos delegadas ministeriales.